MANDALAS

MANDALAS

Mandala es un término sánscrito que significa círculo. De modo más específico, se utiliza el término Mandala para designar una figura de aspecto circular, inscrita en imágenes, formas o figuras geométricas. El círculo, la rueda, el mandala … son símbolos matemáticamente perfectos. Nuestro sistema solar es un mandala, la tierra es un mandala, todos los seres vivos, vegetales, animales y humanos estánformados por células y cada célula es un mandala.

El mandala es movimiento, es una rueda de vida, imagen del universo que se origina permanentemente a partir de un centro, que tiende a alejarse de él, y al mismo tiempo retorna en convergencia de la diversidad hacia un centro único.

Revela un patrón universal de la totalidad de la existencia donde planes heterogéneos del mundo forman una síntesis. Los mándalas son la mejor manera de reprogramar nuestro DNA, rompiendo las estructuras de pensamientos cristalizados que han sido pasados de generación en generación.

A lo largo de las antiguas culturas y en prácticas espirituales numéricas, las pinturas o símbolos gráficos, han sido usados para iluminar conceptos e ideas que son más amplias que la capacidad del lenguaje.

Los antiguos egipcios usaban jeroglíficos para representar sus ideas y principios espirituales. Lo mismo los mayas, los pueblos indígenas ya sean antiguos o modernos. El mandala es el método utilizado para expresar las verdades universales de una mente más elevada, del Yo superior y del espíritu.

Desde los más remotos tiempos se han usado mándalas en la pintura en los diseños arquitectónicos y mapas de ciudades, así como en rosáceas cúpulas de majestuosos templos.

Hay mandalas para rituales personales, meditación, amuletos y protección; también son usados como puertas dimensionales para ascender a mayores niveles celestiales y cósmicos para entrar en las verdades universales. Hay más puertas de acceso en el cerebro que átomos en el universo.

Cómo usar los mandalas:

Para máxima efectividad, siéntete o acuéstate en una posición confortable, la columna debe estar lo más recta posible. Coloca el glifo con el que estas trabajando a la altura de tus ojos, ni muy lejos, ni muy cerca, buscando no forzar la vista.

Enfócate en el punto del centro y deja que tus ojos vayan suavemente como queriendo ver a través del glifo.

Puedes parpadear si lo necesitas, pero trata de hacerlo lo menos posible. Trabaja con los grifos en un lugar silencioso donde sepas que no serás interrumpido. La luz debe ser suave, puedes utilizar música de sonidos naturales. Una vela y un incienso te ayudarán a inspirarte.

Cuando te abres para trabajar con un mandala, la actitud es muy importante. En un sentido … los grifos son maestros espirituales y hay que acercarse a ellos con reverencia y con el deseo sincero de recibir asistencia con una mente silenciosa y abierta.

La respiración también es muy importante, toma aire desde el bajo vientre y ve exhalando armoniosa y pausadamente por la nariz. Si tu mente se divaga, suavemente regresa al centro del mandala y respira profundo.

Usando los mandalas y te darás cuenta que la forma se descompone y cambia a otras formas geométricas y así sucesivamente. La clave está en no tener ninguna expectativa o juicio y continuar respirando. Ocasionalmente puede llegar una emoción o memoria, deja que fluya y pase por tu mente sin anclarse a ella.

Muchas veces las emociones que están bloqueadas en el consiente o inconsciente que no permiten la parte integral de tu ser, saldrán a la luz para ser clarificadas. No hay que tener miedo, es una limpieza, como eliminar toxinas de tu cuerpo. Trata de no negar o reprimir cualquier sentimiento o emoción que surja.

Este ejercicio puedes realizarlo una vez o varias veces al día por el tiempo que te acomode. El gozo y el descanso son imprescindibles, jamás el aburrimiento u obligación. Pronto empezarás a notar cambios sorprendentes, así como una nueva apertura y claridad más elevadas.